El Salvador
A comienzos de mayo se cumplieron 39 años de su asesinato, también este mes se cumplieron 79 años de su natalicio. Fue vanguardista, utilizaba un lenguaje popular,quería plantear en la poesía problemas y conflictos sociales que atravesaban los pueblos latinoamericanos. Buscaba encontrar una unión entre la revolución y la poesía, entre su vida militante y la de poeta.
Andrés Piña – Revolución Tres Punto Cero (México)
La poesía es la metáfora de la vida de un poeta, es ese producto de la creación misma que existe entre el artista y la obra, es en otras palabras un testimonio que elabora frente a la tempestad de su tiempo, allí se graban en cada verso y en cada idea, el amor y el dolor de la vida, traducida ya no en un simple género literario, sino en una expresión mimética que replica la realidad; el dios contempla su propia obra, que pronto habrá de devorarlo. Hablar de Roque Dalton, es hablar de estas dos categorías. Es saber que no hay una barrera entre la creación y la intimidad; el poeta solo existe gracias a lo que nombra en sus poemas.
La narrativa oculta de los versos, es en Roque Dalton la instauración de una rebelión, que pinta a una época repleta de grandes luchas sociales, pero sus poemas no son solamente esa batalla; son también ventanas y tabernas, puertas a otros cuartos, son Joyce y sus críticas a la religión católica, son el velo de maya de un Borges bibliotecario, son Julio Cortázar leyendo las “Feas Palabras” en París. La poesía del pirata Dalton, es sin duda Centroamérica con olor a México y Nicaragua, es Cuba y Honduras, es el universo salvadoreño que se expande.
Y es que Roque ya es un clásico en la mayoría de los países latinoamericanos, porque Roque es de todos. Nació un 14 de mayo de 1935 en San Salvador, después de estudiar en un colegio jesuita y de haber pasado fugazmente por una formación académica con aroma a jurisprudencia, se dedicó a las Ciencias Sociales y a la Antropología, estudios que explican la gran capacidad con que el poeta entiende algunos conceptos marxistas, como bien podemos ver en los ensayos: “Imperialismo y Revolución en Centroamérica” y El Salvador en la Revolución Centroamericana”.
Sin embargo es en México en dónde publica su primer poemario: “La Ventana en el Rostro”, allá por el año 1961. Dicho esto regresemos a 1957, año en que ingresa al PC y viaja a la Unión Soviética. Tres años después en su país, ese gigante que nunca vio Mistral, Dalton es condenado a muerte. Aquí las anécdotas junto con la leyenda del poeta, se vuelven a mezclar con el humor y la ironía que aparecen en sus poemas. Alberto Híjar Serrano me contó una vez, que en esos años se rumoraba que Roque Dalton era sumamente alegre, sin embargo me dijo que él nunca lo conoció así, “conmigo era muy serio” me confesó y se notaba un dejo de tristeza en sus ojos.
Pero regresando al punto en el que estábamos, Dalton escapó esa vez gracias a un temblor, dicen que la pared de la prisión se derrumbó por culpa del sismo, ocasionando que el poeta burlara la ejecución. No se sabe bien si fue verdad, pero volviendo al principio de la mitad pues no nos gusta narrar las cosas de manera exacta, “La ventana en el rostro” es el primer poemario de Roque y también es una gran obra como pocas. No por nada aparecen en sus hojas: “Los locos” poema sobre esos seres curiosos, que anuncian la sentencia de que a “los locos no nos quedan bien los nombres”. Y es cierto, Roque Dalton sabe que muchas veces uno no se identifica con ese otro, el del nombre y apellido, el del retrato. “Hora de la Ceniza” por otra parte, es un poema de una sensibilidad extrema. Aquí el poeta nos canta: “cuando yo muera / solo recordarán mi júbilo matutino y palpable”. Tal y como lo afirma Benedetti al escribir: “A veces el humor de Roque no apela a la ironía sino a la mera alegría de vivir.”
Es cierto, Dalton solo parece existir al momento en que escribe poemas, con la misma devoción juguetona con la que impulsa a las revoluciones. No lo podemos negar, es el 62 y hemos llegado para tomar “El turno del ofendido”, libro lleno de algunos de los más bellos poemas del corsario salvadoreño. En esta obra primero sucede: “La Noche”, poema único en su tipo, en el cual aparecen diversas referencias a la obra poética de Borges, quizá por eso aparece al principio de los versos una cita del autor argentino. Entre ellos ronda una frase que anuncia el futuro, la vida y la poesía vuelven a ser una misma, justo en el momento en que leemos que el poeta se siente: “herido gravemente de vida”; así pasó Roque Dalton la mayor parte de sus días, así describe su propia naturaleza, como una herida que espanta a la muerte, en este lugar no hay tiempo para un final. Pero si existe un pequeño altar para “Las feas palabras”, poema en el que alcanza otro nivel estético completamente distinto; el campo semántico que se abre en sus versos es enorme y se abre para todos, no hay palabras de algunos, hay palabras solamente y hay que recatarlas, “con manos piadosas” nos dice Dalton, hay que otorgarle la importancia al lenguaje del pueblo, aquél que construye las bases de todo movimiento poético.
«La poesía del pirata Dalton, es sin duda Centroamérica con olor a México y Nicaragua, es Cuba y Honduras, es el universo salvadoreño que se expande»
A pesar de esto, todavía quedan dos poemas que los críticos consideran como dos de los mejores trabajos, si se puede usar esa palabra, del poeta y guerrillero. Uno de ellos es: “Desnuda”, poema en el que Dalton narra con una voz suave: “Amo tu desnudez / porque desnuda me bebes con los poros, / como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo”. Aquí el poeta está en la cumbre de la sensibilidad, está inmerso en la continúa sensación de la experiencia. “Desnuda” es un poema que pretende conservar la imagen, como se conserva algo físico, el poeta quiere enterrar a la mujer sin ropa, la quiere ver todo el tiempo como esa fusión estética entre el surrealismo y el erotismo, dos conceptos que parecen ser uno pero que en el poema encuentran un nexo, el cual permite claramente hacer la diferencia y al mismo tiempo apreciar el producto de esta conexión.
Al final viene el poema que a mi juicio, es al mismo tiempo una carta de despedida y un poema de amor, “Alta hora de la noche” es tal vez el lugar en donde confluyen las grandes preocupaciones de la poesía de Dalton. Es su “Hijo de la luz y la sombra”, pues lo mismo que Miguel Hernández, Roque incluye en “Alta hora de la noche” todo el contenido poético que considera relevante y lo incluye justamente en lo que el poema no dice; la maestría y la forma se transforman completamente. Si bien en las “Feas palabras” trataba de rescatar un campo semántico, acá lo importante es lo que no menciona, lo que está detrás de esa frase que dice: “Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.”
“El turno del ofendido” es sin duda, el mejor poemario de Dalton, es cierto que con “Taberna y otros lugares” gana el premio: “Casa de las Américas”, pero éste no alcanza a tener la altura de “El turno del ofendido”. A pesar de que en la forma mantiene una línea y juega combinando esas dos cosas en nuevas estructuras narrativas, no hay poemas de la talla de “Desnuda” ni mucho menos de “Alta hora de la noche”. Cabe decir que “Los Testimonios” poemario intermedio entre estos dos, es una búsqueda entre imágenes, en la cual se nota la increíble fascinación y amor que tenía el poeta por México y su cultura. Los poemas más relevantes como: “Mirador” y “El Coyote” son claramente un ejemplo de esto.
“Un
libro rojo para Lenin” junto con “Historias y Poemas de una Lucha de Clases”, sin olvidar los poemas incluidos en “Las Historias Prohibidas del Pulgarcito” y un “Libro levemente odioso”, son una extensión de Dalton, son una necesidad por compaginar revolución y poesía. La manera en que utiliza la concepción tradicional del verso solo para mofarse de él, es increíblemente genial. Sin embargo los poemas muchas veces se tornan repetitivos.
En este momento Dalton quiere unir a toda costa su trabajo como militante y su trabajo poético, pero parece no poder hacerlo, los tiempos cambian, el poeta se ve asolado por problemas de todo tipo y lo sabe, por eso en “Profesión de Sed” termina por decir que “lo que es bueno para la vida, es bueno para la poesía”, pretendiendo con esto salvar la cuestión.
Lamentablemente este intento de unión se verá interrumpido un 10 de mayo, cuando el poeta es asesinado después de haber regresado contra todo pronóstico a su país, para unirse a las filas revolucionarias que comenzaban la guerrilla en el Salvador. Sin embargo la leyenda no termina aquí, no hay finales hay comienzos. A partir de este momento inicia el mito de la vida y la obra de Roque Dalton, un mito que no es otra cosa que una explicación poética. Nada lo detiene, el amor por vivir que profesaba el pirata seguirá andando en sus poemas, influyendo y alumbrando este siglo.
Alcanza para todos (Argentina)
El documental «Roque Dalton: ¡fusilemos la noche!», de la directora austríaca Tina Leisch, fue presentado en San Francisco, al cumplirse 39 años de su asesinato. La película, que cuenta con innumerables testimonios, rescata la aproximación y el compromiso del poeta con la realidad social y política, y su sueño de reunir revolución y poesía.
Leisch contó con una coproducción de su país, El Salvador y Cuba. Los escritores Eduardo Galeano, uruguayo, y Ernesto Cardenal, nicaragüense, figuran entre los entrevistados para la obra, que en sus tramos iniciales muestra a una joven que comienza recitando a Dalton: «La poesía de todos».
«‘Trabajar en otra dirección, una poesía que en lugar de cantar plantee problemas, conflictos, para hacer que el hombre cobre conciencia de sus problemas en la lucha de la liberación de nuestros pueblos’, dijo Dalton»
El poeta fue asesinado el 10 de mayo de 1975 por integrantes de la organización política armada que integraba, el Ejército Revolucionario del Pueblo, bajo acusaciones de traición.
Dalton aparece en la cinta con una descripción de sus propósitos con la poesía: «Dejar atrás la poesía fundada por poetas como Pablo Neruda en América Latina, la poesía himno, la poesía canto, el cantar a los hombres y su heroísmo. Trabajar en otra dirección, una poesía que en lugar de cantar plantee problemas, conflictos, para hacer que el hombre cobre conciencia de sus problemas en la lucha de la liberación de nuestros pueblos”.
Manlio Argueta, quien integró con él la «Generación Comprometida», como se la suele denominar, dijo que «hizo poesía de vanguardia» con «un lenguaje diferente; fue pionero en usar feas palabras en la literatura, incluyó el lenguaje popular».
América Latina
El poeta cara a cara con la luna
fuma su margarita emocionante
bebe su dosis de palabras ajenas
vuela con sus pinceles de rocío
rasca su violincito pederasta.
Hasta que se destroza los hocicos
en el áspero muro de un cuartel.
La Violencia aquí
A José David Escobar Galindo,
En El Salvador la violencia no será tan sólo
la partera de la Historia.
Será también la mamá del niño-pueblo,
para decirlo con una figura
apartada por completo de todo paternalismo.
Y como hay que ver la casa pobre
la clase de barrio marginal
donde ha nacido y vive el niño-pueblo
esta activa mamá deberá ser también
la lavandera de la Historia
la aplanchadora de la Historia
la que busca el pan nuestro de cada día
de la Historia
la fiera que defiende el nido de sus cachorros
y no sólo la barrendera de la Historia
sino también el Tren de Aseo de la Historia
y el chofer de bulldozer de la Historia.
Porque si no
el niño-pueblo seguirá chulón
apuñaleado por los ladrones más condecorados
ahogado por tanta basura y tanta mierda
en esta patria totalmente a orillas del Acelhuate
sin poder echar abajo el gran barrio fuerteza cuzcatleco
sin poder aplanarle de una vez las cuestas y los baches
y dejar listo el espacio
para que vengan los albañiles y los carpinteros
a parar las nuevas casas.
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